PITTSBURGH, 2 sep (Reuters) – La candidata presidencial demócrata Kamala Harris dijo el lunes que U.S. Steel (X.N)
debería permanecer en manos nacionales, en una propuesta junto al presidente Joe Biden a los votantes de clase trabajadora de Pensilvania, que también están siendo cortejados por su rival.
El evento del Día del Trabajo, un feriado estadounidense que marca el inicio de la carrera posterior al verano hacia las elecciones del 5 de noviembre, marcó la primera aparición de Harris y Biden juntos en un mitin de campaña desde que ella se convirtió oficialmente en la candidata demócrata.
Harris aprovechó los actos de campaña del lunes en Michigan y Pensilvania, dos estados en disputa, para cortejar al crucial voto laboral. En un abarrotado salón sindical en Pittsburgh, se hizo eco de la preocupación de Biden por la adquisición de U.S. Steel Corp (X.N), por la japonesa Nippon Steel (5401.T)
“U.S. Steel es una empresa estadounidense histórica y es vital para nuestra nación mantener empresas siderúrgicas estadounidenses fuertes”, dijo Harris en el mitin. “U.S. Steel debe seguir siendo propiedad y operación estadounidense”.
Biden dijo que Harris aprovecharía el progreso que habían logrado durante su administración para mejorar las vidas de los trabajadores sindicalizados y que haría todo lo posible para ayudar.
“Estaré al margen”, dijo.
La campaña de Harris ha buscado atraer a los trabajadores sindicalizados de la misma manera que Biden lo ha hecho durante su presidencia. Los demócratas tienen como objetivo evitar que los trabajadores sindicalizados se sientan tentados a votar por el expresidente republicano Donald Trump, que también tiene atractivo para los trabajadores manuales.
En el mitin en Pittsburgh, Todd Hamer, de 48 años, dijo que pensaba que el apoyo de Biden a los trabajadores ayudaría a Harris.
“Ella es nueva”, dijo Hamer. “Todos todavía estamos aprendiendo (sobre ella), pero tiene una historia profunda y creo que seguirá apoyando a los líderes laborales y a los sindicatos para ayudar a apoyar a los sindicatos y su causa”.
Trump, que está enfrascado en una reñida carrera con Harris, se mantuvo al margen de la campaña el lunes. Su campaña ha anunciado varios eventos para más adelante en la semana, incluso en Carolina del Norte y Wisconsin.
La campaña de Harris se burló de la falta de apariciones públicas de Trump el lunes. “Trump… ¿jugando al golf?”, dijo la campaña de Harris en X.
Un asistente de la campaña de Trump dijo que la decisión de Harris de unir a los votantes con Biden le dio al equipo de Trump otra oportunidad de unir políticamente a los demócratas.
Trump ha dicho que tomaría medidas para bloquear el acuerdo con U.S. Steel, una posible fusión que ha generado ansiedad entre algunos trabajadores sindicalizados, un bloque de votantes clave en Pensilvania y los otros estados clave del “Rust Belt” que probablemente determinen los resultados de las elecciones.
En respuesta a las críticas de Harris, U.S. Steel dijo que estaba comprometida con el acuerdo con Nippon Steel.
LA GUERRA DE GAZA PROYECTA SOMBRA
Se espera que tanto Harris como Trump intensifiquen su acercamiento a los votantes en las próximas semanas, especialmente en los estados clave que podrían resultar decisivos en las elecciones. Harris espera mantener el entusiasmo que su entrada en la carrera ha suscitado entre los demócratas, que están donando cantidades récord de dinero y ofreciendo su apoyo voluntario por decenas de miles.
Una encuesta reciente de Reuters/Ipsos encontró que Harris lideraba a Trump a nivel nacional con un 45% frente a un 41%.
El lunes, los acontecimientos en Oriente Medio sobre las negociaciones para un acuerdo para alcanzar un alto el fuego en Gaza y liberar a los rehenes ensombrecieron la campaña.
Durante el fin de semana, Israel recuperó los cuerpos de seis rehenes de un túnel en Gaza donde, según dijo, fueron asesinados recientemente por el grupo islamista palestino Hamás, lo que provocó duras críticas a la estrategia de alto el fuego de la administración Biden en Gaza.
Biden dijo a los periodistas el lunes temprano que no creía que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, estuviera haciendo lo suficiente para asegurar un acuerdo sobre los rehenes.
A última hora del lunes, Biden dijo que “eventualmente” hablaría con Netanyahu, pero se negó a especificar cuándo.
Unos 1.200 israelíes murieron en el ataque sorpresa de Hamás el 7 de octubre y alrededor de 250 fueron tomados como rehenes, según los recuentos israelíes. Las autoridades sanitarias de Gaza afirman que más de 40.000 palestinos han muerto en el asalto israelí al enclave desde entonces, que también ha desplazado a casi toda su población de 2,3 millones, ha provocado una crisis de hambre y ha dado lugar a acusaciones de genocidio en la Corte Internacional de Justicia que Israel niega.
Biden y Harris también se reunieron con el equipo de negociación de rehenes de Estados Unidos en Washington el lunes y discutieron los próximos pasos en los esfuerzos por liberar a los cautivos restantes.
La guerra está pesando sobre las elecciones estadounidenses, y los activistas propalestinos amenazan con intensificar las protestas contra Harris durante la campaña electoral. Miles de activistas propalestinos que se oponen al apoyo de Estados Unidos a la guerra de Israel en Gaza realizaron una protesta en la ciudad de Nueva York el lunes.
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