Un informe del Banco Mundial revela que América Latina y el Caribe recauda solo el 2,7% de sus ingresos por impuestos a la riqueza, comparado con el 12,8% en Norteamérica y el 4,3% en Europa occidental y central. Aunque el 80% de la riqueza en la región proviene de bienes inmuebles, solo se recauda el 2% a través de impuestos a la propiedad.
La baja recaudación se debe a tasaciones imprecisas, menores al 10% del valor de mercado, pero un impuesto a la riqueza bien administrado podría aportar hasta el 3% del PIB y reducir el desequilibrio fiscal, dice el estudio.
Sin embargo, el panorama tributario varía en cada país de la región: Colombia, Uruguay y Argentina tienen un impuesto universal, mientras que Chile, México y Perú solo gravan ciertos activos. Brasil ha implementado un gravamen a los superricos.