La inflación subyacente de Estados Unidos subió más de lo previsto en septiembre, lo que supone una pausa en el reciente avance hacia la moderación de las presiones sobre los precios.
El llamado índice de precios al consumo subyacente -que excluye los costos de alimentación y energía- aumentó un 0,3% respecto a agosto y un 3,3% respecto a hace un año, según mostraron el jueves las cifras de la Oficina de Estadísticas Laborales.
Los economistas consideran que el índice subyacente es mejor indicador de la inflación que el IPC general, que subió un 0,2% respecto al mes anterior y un 2,4% respecto al año anterior, lo que sigue siendo la tasa anual más baja desde principios de 2021 y se debe en gran medida al abaratamiento de los precios de la energía.