El sector manufacturero de la Unión Europea y la industria agrícola del Mercosur, integrada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, podrían ser los principales beneficiarios del histórico acuerdo que acaban de cerrar en Montevideo ambos bloques luego de 25 años de negociaciones.
“Estamos fortaleciendo esta alianza única como nunca antes y al hacerlo estamos enviando un mensaje claro y poderoso al mundo”, manifestó en una conferencia la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Mientras Alemania y España son firmes defensores del acuerdo del Mercosur con la UE, este enfrenta la férrea resistencia de Francia, que posiblemente buscará obstruir su ratificación ante las presiones ejercidas por los agricultores.
En Francia ven una amenaza en los productos procedentes agrícolas de América Latina, al considerar que estos están producidos con normas menos estrictas y les pueden colocar en una situación de desventaja.