Nuestro objetivo en el Banco Mundial es acabar con la pobreza en un planeta habitable. Como parte de esa misión, es crucial que entendamos tanto el estado actual como la evolución de los desafíos relacionados con la pobreza y la desigualdad, para así formular políticas que mejoren el nivel de vida de las personas en América Latina y el Caribe (ALC), una región en la que la pobreza y la desigualdad afectan a millones. Nuestro informe bianual de Tendencias Recientes en Pobreza y Desigualdad (i) aprovecha los datos más recientes y proporciona un análisis profundo de estos desafíos críticos. El documento ofrece una visión detallada sobre el panorama cambiante de la pobreza y la desigualdad, que puede guiar decisiones informadas para futuras acciones.
Estos son los datos clave de nuestra más reciente publicación:
1. Según la estimación más reciente para 2023, una de cada cuatro personas en América Latina y el Caribe viven en hogares pobres. Para ser específicos, en sus hogares estas personas ganan menos de US$6.85 por día, medido en paridad de poder adquisitivo de 2017. Si bien esta es la tasa de pobreza más baja registrada en las últimas dos décadas, la pobreza sigue mereciendo una atención continua por parte de los hacedores de políticas públicas.
2. En conjunto, América Latina y el Caribe logró reducir la pobreza del 50 al 30 por ciento durante los primeros 15 años del nuevo milenio, un éxito notable. No obstante, la reducción de la pobreza se ha estancado desde 2015, lo que coloca actualmente a ALC como una de las regiones que más lento está avanzando en la erradicación de la pobreza.
3. Entre 2019 y 2022, la demografía de la pobreza en ALC se alejó de los grupos tradicionalmente vulnerables. La proporción de pobres en ALC fue menor entre las personas con menor nivel educativo y aquellas que viven en áreas rurales, probablemente debido a un aumento en las transferencias públicas dirigidas a dichos grupos.
4. Nuestras estimaciones indican que la pobreza en ALC disminuyó apenas un punto porcentual entre 2022 y 2023. La proyección –que resulta alarmante– es que, si no se adoptan medidas, la pobreza solo disminuirá ligeramente en 2024 y se mantendrá en 25 por ciento.
5. El impacto de la pandemia de COVID-19 en la región fue disímil. Mientras que algunos países han logrado reducir la pobreza por debajo de los registros prepandémicos, otros todavía están luchando para regresar a esos niveles.
Los países de América Latina y el Caribe recuperaron el PIB perdido por el impacto de la pandemia, pero el #crecimiento económico vuelve a estar por detrás de todas las demás regiones del mundo.
Explora los datos sobre la realidad económica de la región ⬇️ #Perspectivas2024
— Banco Mundial (@BancoMundial) May 24, 2024
6. Entre 2019 y 2022, Brasil y México fueron los principales responsables de la reducción de la pobreza en la región. En Brasil, las transferencias gubernamentales –como el programa Bolsa Familia– jugaron un gran papel en la disminución de la pobreza observada. En México, el alivio de la pobreza se atribuyó principalmente a la mejora de los resultados del mercado laboral. Si no se incluyen estos países, la pobreza en la región en su conjunto aumenta en 0.6 puntos porcentuales durante el período analizado.
7. América Latina y el Caribe sigue siendo una de las regiones más desiguales del mundo. Durante la última década, el coeficiente de Gini –una medida de la desigualdad de ingresos– ha fluctuado entre 50 y 52 (de un máximo de 100), lo que indica una preocupante falta de progreso. A partir de 2022, el coeficiente de Gini de ALC fue de 49.9, lo que representa una ligera disminución respecto a los niveles prepandémicos.
8. La desigualdad en la región podría permanecer en niveles inaceptablemente elevados en el futuro cercano. Nuestras proyecciones indican que, aunque el coeficiente de Gini de ALC disminuyó a 49.7 en 2023, probablemente se mantendrá en este nivel en 2024.
9. La recuperación de los ingresos laborales en la región ha sido inconsistente. La mayoría de los países sufrió caídas significativas en sus ingresos laborales en 2019 y solo unos pocos han rebotado en 2022 en este aspecto. Entre los que sigue enfrentando dificultades, República Dominicana, Argentina y Perú tuvieron las mayores caídas. En contraste, El Salvador, México y Chile registraron crecimiento en ese indicador crucial.
Para pasar del conocimiento al impacto, debemos canalizar este conocimiento hacia acciones formuladas a partir de la evidencia. Que nadie se quede atrás en la lucha contra la pobreza: ese es nuestro compromiso.