En tiempos de movilidad laboral y en los que el trabajo remoto se impone, lograr una jubilación puede ser desafiante para los trabajadores que viven en el exterior, pues comienzan a cotizar “desde cero” y no acceden a los convenios de seguridad social en Latinoamérica.
No obstante, una serie de acuerdos internacionales se convierten en una herramienta clave para que los migrantes en la región puedan jubilarse fuera de su país, acumulando las semanas que completaron antes de migrar.
Los convenios de seguridad social les permiten a los trabajadores sumar semanas a su cotización de pensiones fuera de su país de origen en aquellos mercados que han pactado este tipo de acuerdos.
Los países latinoamericanos que cuentan con convenios de seguridad social en la actualidad son Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana Dominicana, Uruguay y Venezuela.