El fortalecimiento del dólar estadounidense, más que nada en septiembre, arrasó con el terreno abonado por las principales monedas de Latinoamérica. Un informe de Bloomberg Línea da cuenta de caídas en lo corrido del año que alcanzan hasta los dos dígitos en el caso del peso argentino (-15,67%), el real brasileño (-14,31%) y el peso mexicano (-14,06%).
Los analistas consultados atribuyeron el comportamiento de las divisas latinoamericanas a la expectativa de recorte de tasas por parte de la Reserva Federal, la incertidumbre por las elecciones de Estados Unidos, la desaceleración económica global, la caída en la demanda de materias primas y la mayor aversión al riesgo en la región, debido a factores como las cifras fiscales en México y la nueva reforma tributaria en Colombia.