En una mina de Botsuana, en África, se halló un enorme diamante de 2.492 quilates, la segunda piedra más grande jamás descubierta después del diamante Cullinan, de 3.106 quilates, encontrado en Sudáfrica hace casi 120 años, según un informe de Bloomberg.
La piedra aún no ha sido evaluada en detalle y no está claro si será una gema de máxima calidad. La mina Karowe, donde fue hallada, es operada por la canadiense Lucara Diamond Corp. En ese mismo lugar, la firma ha encontrado otras piedras gigantescas, como la Lesedi La Rona, de 1.109 quilates, vendida por US$53 millones, y una piedra de 813 quilates que alcanzó la cifra récord de US$63 millones.
El descubrimiento de Lucara se produce en medio de un desplome de los precios de los diamantes, ya que la industria se enfrenta a dificultades en casi todos sus principales mercados. A ello se suma un exceso de oferta y la creciente erosión de las piedras sintéticas en algunas categorías.