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¿Podrá Netanyahu mantener el apoyo en casa mientras Israel lucha en múltiples frentes?

La coalición de Netanyahu se enfrenta a una presión cada vez mayor a medida que se intensifica el conflicto de Israel con los grupos respaldados por Irán, con llamamientos de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) a un alto el fuego en Gaza.

Mientras Israel aumenta su apuesta militar contra los grupos respaldados por Irán, el primer ministro Benjamín Netanyahu se esfuerza por convencer a los socios occidentales tradicionales de que su estrategia muscular es la única opción para salvar a Israel de la perdición.

A pesar de que Estados Unidos y la UE exigen cada vez más un alto el fuego en Gaza, la guerra se ha extendido al frente libanés. Israel está siendo atacado y lucha contra apoderados de Irán, lo que podría conducir a un eventual enfrentamiento con el régimen de Teherán.

Mientras tanto, el Gobierno entre conservador y de extrema derecha dirigido por Netanyahu (un político populista del Likud con más de dos décadas de experiencia) se ha visto cada vez más presionado por una amalgama de presuntos escándalos y acusaciones de conflicto de intereses y por denuncias de mala gestión de la guerra contra Hamás y su objetivo de liberar a los rehenes israelíes en Gaza.

Sin embargo, consiguió aferrarse al poder y conservar su puesto mientras Israel abría otro frente contra Hezbolá. ¿Cómo lo consiguió y qué otras cartas le quedan por jugar?

El 7 de octubre: de la percepción de un fracaso a la unidad nacional

El 29 de diciembre de 2022, un Netanyahu bajo presión formó un gabinete de coalición con los ultraconservadores israelíes. El nuevo Ejecutivo fue visto con escepticismo por los sectores más moderados de la sociedad israelí, que cada vez salían más a la calle para protestar contra las reformas del Gobierno, como la revisión del sistema judicial. Sin embargo, los sucesos del 7 de octubre del año pasado lo cambiaron todo.

Al principio, la masacre del 7 de octubre fue considerada por la población israelí como un fracaso de las fuerzas de seguridad y una metedura de pata personal de Netanyahu, que hizo campaña llamándose a sí mismo “Míster Seguridad”. Sin embargo, finalmente, el sentimiento de emergencia prevaleció sobre las disputas políticas, según los expertos.

Archivo: El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, asisten a una reunión de gabinete en Jerusalén.
Archivo: El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, asisten a una reunión de gabinete en Jerusalén.Ronen Zvulun/AP

“Las masacres del 7 de octubre cambiaron la situación y propiciaron un Gobierno de unidad nacional“, explica a ‘Euronews’ Gregory Alegi, profesor de Política de la Universidad Luiss de Roma.

“Todos los israelíes están de acuerdo en la necesidad de proteger y defender el país y hacerlo seguro. Creo que es un error pensar que algunos están en contra del objetivo general”.

A pesar del debate permanente sobre las opciones estratégicas del Gobierno, los israelíes tienen el sentimiento de que luchan por la supervivencia de su país, explicó Alegi.

“Hay pocas dudas de que es un Gobierno de unidad nacional que está de acuerdo en el punto básico de defender y preservar Israel, como Estado y como lugar, un lugar seguro para los judíos y un símbolo para los judíos en el mundo. Eso no ha cambiado”, añadió. “¿Cómo pueden separar a los distintos partidos y hacer caer al Gobierno?”, se preguntó.

La llamada del deber de los centristas liberales

Tras los ataques a Israel, la alianza moderada liberal-centrista Unidad Nacional o ‘Home Camp’ se unió al gabinete de guerra, aportando el apoyo de un segmento relevante de la población israelí que antes se oponía al Gobierno de la derecha dura.

La Unidad Nacional está dirigida por dos antiguos jefes de Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel muy respetados, Benny Gantz y Gadi Eisenkot. Sin embargo, abandonaron el gabinete de Netanyahu en junio.

Ganz dimitió tras el rechazo de Netanyahu a su “plan de seis puntos” respaldado por Washington sobre el futuro de Gaza y cómo poner fin a la guerra. Meses después de la conmoción que supuso el ataque de Hamás, la disidencia política volvió a imponerse, sobre todo tras las presiones de Estados Unidos y la UE, dos socios cruciales a ojos de muchos israelíes moderados.

Además, por primera vez en la historia de Israel, la Corte Penal Internacional inició un procedimiento judicial contra su primer ministro, Netanyahu, y su ministro de Defensa Yoav Gallant.

Una fotografía de archivo de Benny Gantz
Una fotografía de archivo de Benny GantzSebastian Scheiner/AP

Además, la cohabitación con políticos ultraconservadores como el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, se hizo imposible para Gantz.

Las razones de la dimisión el 9 de junio de los liberales centristas son sistémicas y, cuatro meses después, siguen presentes: giran en torno a opiniones muy divergentes sobre la solución de los dos Estados y los asentamientos ilegales en Cisjordania.

Los partidos de Smotrich y Ben-Gvir se oponen radicalmente a la solución de los dos Estados y son contrarios a la represión de los colonos ilegales. “Cisjordania es un problema, una cuestión, un asunto internacional desde hace mucho tiempo. Y es la única parte que está, al menos nominalmente, bajo el control de la Autoridad Palestina. Así que, en muchos sentidos, es un símbolo positivo y negativo al mismo tiempo”, dijo Alegi.

“Existe el temor de que extremistas como Hamás se apoderen también de Cisjordania. Evidentemente, la respuesta tampoco es el asentamiento israelí indiscriminado, la clara expropiación de propiedades o la demolición de casas”, explicó. “Aparte de la base jurídica, crear un clima de entendimiento podría ayudar a alcanzar una solución. Así que Cisjordania es otro problema importante”.

¿Qué le espera a ‘Bibi’?

¿Es Netanyahu rehén de los extremistas, o tiene un gran plan estratégico sean cuales sean sus aliados? Sus planes para el futuro podrían ser tan ambiciosos como efectuar un cambio de régimen en Irán. La semana pasada, el primer ministro israelí se dirigió al pueblo iraní en un mensaje de vídeo.

“Cuando Irán sea finalmente libre, y el momento llegará mucho antes de lo que la gente cree, todo será diferente… Nuestros dos países, Israel e Irán, estarán en paz”, dijo Netanyahu.

La presión militar sobre Gaza y Líbano ha ido en aumento, con más civiles muertos, mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha pedido detener la entrega de armas a Israel.

Un soldado de Israel hace guardia cerca del asentamiento israelí de Beit-El en Cisjordania.
Un soldado de Israel hace guardia cerca del asentamiento israelí de Beit-El en Cisjordania.Ohad Zwigenberg/AP

Los demócratas estadounidenses están cada vez más desconcertados por los costes políticos de la estrategia geopolítica israelí. Esto podría tener un enorme impacto en la política interna israelí. ¿Podría Netanyahu ser abandonado por EE.UU.?

“Al final, hemos visto incluso hace solo tres días que la Marina estadounidense siempre ayudará a derribar cohetes y misiles disparados contra Israel”, dijo Alegi. “No se equivoquen, eso no va a cambiar. Lo que puede cambiar es el apoyo externo, digamos la teatralidad, pero la sustancia va a permanecer inalterada, gobierne quien gobierne Israel, gobierne quien gobierne Estados Unidos”, concluyó.

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