Durante las últimas dos décadas, la tasa de homicidios en América Latina y el Caribe fue, de manera sistemática, mayor que en otras regiones del mundo, según lo consignaron el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en un nuevo estudio.
En 2022, la región registró 20 homicidios por cada 100.000 habitantes, cifra que triplica la tasa observada a nivel mundial, de acuerdo con los datos hasta julio de 2024 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
“El crimen es una carga significativa para nuestras sociedades y el desarrollo económico. Limita el crecimiento, genera desigualdad y desvía la inversión privada y pública. Debemos unirnos y redoblar esfuerzos para cambiar esa realidad”, fueron las palabras de Ilan Goldfajn, presidente del BID.
Además, un incremento en la tasa de homicidios, que se presenta en Centroamérica y Sudamérica, tiene un impacto anticipado en el turismo de los países de la región.