Por la gente y por el planeta, cambiemos los sistemas alimentarios, clama la sociedad mundial

Por la gente y por el planeta, cambiemos los sistemas alimentarios, clama la sociedad mundial
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Representantes de todo el espectro social del mundo convergen en una cumbre que echa a andar nuevas medidas y estrategias para crear sistemas alimentarios más saludables, sostenibles y equitativos mediante alianzas de los distintos sectores económicos con los agricultores, las comunidades indígenas y todos los actores de la cadena que va desde la producción hasta la ingestión de la comida.

Líderes mundiales, científicos, empresarios, autoridades sanitarias, dirigentes de organismos internacionales, académicos, agricultores, pescadores, indígenas, jóvenes, consumidores y activistas ambientales de todo el mundo se comprometieron este jueves a impulsar la transformación de los sistemas alimentarios para acabar con el hambre y salvar al planeta.

El punto de encuentro fue la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios, convocada en 2019 por el Secretario General de las Naciones Unidas y celebrada en los márgenes del debate de alto nivel de la Asamblea General con el objetivo de diseñar medidas encaminadas a producir alimentos más saludables y asequibles para toda la gente con métodos menos dañinos para el medio ambiente.

Una campesina y pastora de Uganda riega su sembradío en la localidad de Amudat.
© FAO/Luis Tato
Una campesina y pastora de Uganda riega su sembradío en la localidad de Amudat.

Propela de la recuperación

En su intervención en el evento, el titular de la ONU aseguró que los sistemas alimentarios pueden ser el motor de la recuperación mundial tras la pandemia de COVID-19, recordando que representan el 10% de la economía global y que sostienen la vida de las personas, además de que son fundamentales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.

António Guterres destacó los absurdos del sector alimentario de la actualidad, en el que millones de personas pasan hambre y miles de millones más no tienen los recursos para comprar comida saludable, mientras un tercio de la comida que se produce se va a la basura. Además, hay miles de millones de personas con sobrepeso u obesidad y cientos de millones por debajo de un peso sano.

Añadió que para empeorar una situación que ya era grave, llegó la pandemia de COVID-19 y agudizó las desigualdades, mermó las economía y empujó a millones de personas más al hambre y la pobreza extrema.

“Debemos construir un mundo en el que haya alimentos saludables y nutritivos disponibles y asequibles para todos, en todas partes”, dijo.

En Bután, campesinos se adaptan al cambio climático.
UNDP Bhutan
En Bután, campesinos se adaptan al cambio climático.

No a costa del planeta

Pero esto no debe ser a costa de la naturaleza, recalcó, refiriéndose al papel de los sistemas alimentarios en el calentamiento de la Tierra al producir un tercio de la emisiones de gases de efecto invernadero, además de ser responsables del 80% de la pérdida de biodiversidad.

Guterres delineó tres prioridades para la transformación de los sistema alimentarios: que redunden en salud y bienestar para todos, que sean capaces de satisfacer la demanda mientras protegen al planeta y que cimenten de la prosperidad de los miles de millones de personas que trabajan en el rubro de la alimentación.

“Las dietas nutritivas y diversas a menudo son demasiado costosas o inaccesibles, lo puede llevar a que la gente tome malas decisiones o que no tengan ninguna opción. Insto a los gobiernos y las empresas a trabajar juntos para aumentar el acceso a dietas saludables y a estimular nuevos comportamientos”, apuntó en cuanto al primer punto.

De la guerra con el planeta, indicó que es imprescindible terminarla y sostuvo que los sistemas alimentarios pueden ayudar a construir esa paz.

Héroes olvidados

Con respecto a los trabajadores del sector alimentario, el Secretario General recordó que no sólo están en el campo, sino en el transporte de la comida, su venta en el mercado o su entrega en las casas.

Enfatizó que fueron esas personas quienes se encargaron de mantener activa la producción y distribución de alimentos durante los confinamientos y limitaciones impuestos por la pandemia.

“Estos hombres y mujeres han sido los héroes olvidados de los últimos 18 meses. Con demasiada frecuencia, estos trabajadores están mal pagados, incluso explotados”, recalcó Guterres.

Para cambiar esta situación, añadió, hace falta reevaluar el enfoque de los subsidios agrícolas y el apoyo al empleo para los trabajadores de esa industria.

Vendedor de frutas y verduras en Pakistán
ADB/Rahim Mirza
Vendedor de frutas y verduras en Pakistán

Toda la gente

Guterres exhortó a formar alianzas entre los sectores público y privado y la sociedad civil en su conjunto. “Necesitamos que la gente se involucre y sea el centro de nuestros sistemas alimentarios: familias, pastores, trabajadores, pueblos indígenas, mujeres, jóvenes”, listó.

“Cambiar los sistemas alimentarios no sólo es posible, es necesario”, puntualizó.

La Cumbre

En consonancia con el Secretario General, la enviada especial para la Cumbre del Sistema Alimentario, Agnes M. Kalibata, dijo que “los sistemas alimentarios tienen un poder increíble para acabar con el hambre, construir vidas más saludables y sostener nuestro hermoso planeta”.

La Cumbre sobre Sistemas Alimentarios sirvió de foro para exponer y poner en marcha las medidas que propulsarían el avance hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cada uno de los cuales depende hasta cierto punto de que se adopten sistemas alimentarios más saludables, sostenibles y equitativos.

Las estrategias parten del entendido de que un sistema alimentario abarca a todas las personas y todos los procesos involucrados en el cultivo, la cría o la elaboración de alimentos y su ingestión final, desde los agricultores hasta los recolectores de frutas y los cajeros de los supermercados, o desde los molinos de harina hasta los camiones refrigerados y las instalaciones de compostaje del vecindario.

Las dietas ricas en cereales integrales y verduras son más sanas y tienen menos impacto ambiental. Foto de archivo; PNUMA Asia Pacífico
Las dietas ricas en cereales integrales y verduras son más sanas y tienen menos impacto ambiental. Foto de archivo; PNUMA Asia Pacífico

Año y medio de trabajo

Las discusiones para desarrollar las medidas comenzaron hace un año y medio en 148 países y contaron con la participación de más de 100.000 personas de una amplia gama de la sociedad.

Entre los propósitos de esas provisiones están crear conciencia de la necesidad de que las sociedades en su conjunto trabajen unidas para cambiar la producción y consumo de alimentos, y elaborar principios que orienten a los gobiernos y otras partes involucradas hacia la transformación.

Las propuestas planteadas se aglutinan en cinco vías de acción:

  • Garantizar el acceso a alimentos sanos y nutritivos para todos
  • Adoptar modalidades de consumo sostenibles
  • Impulsar la producción favorable a la naturaleza
  • Promover medios de vida equitativos
  • Crear resiliencia ante las vulnerabilidades y tensiones
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