Una sola dosis de la vacuna contra el virus del papiloma humano provee protección contra el cáncer de cérvix
Las pruebas de los últimos años muestran que la eficacia de los esquemas de dosis única de inmunización contra ese virus es comparable a la de los regímenes de dos o tres dosis, concluye un el grupo de expertos en vacunas. El hallazgo facilitaría la inoculación de las niñas y adolescentes para protegerlas del cáncer cérvico uterino.
El Grupo de Expertos de Asesoramiento Estratégico (SAGE) sobre inmunización explicó que las pruebas que han surgido en los últimos años revelan que los esquemas de dosis única contra el virus del papiloma humano (VPH) proporcionan una protección contra el cáncer de cuello uterino comparable a la de los regímenes de dos o tres dosis.
El VPH, de transmisión sexual, provoca más del 95 % del cáncer cérvico uterino, que es el cuarto tipo de cáncer más común entre las mujeres en el mundo. El 90% de las mujeres que lo padecen vive en países de renta baja y media.
El cáncer de cérvix es una enfermedad prevenible en casi todos los casos; sin embargo, muchas mujeres lo sufren y sucumben ante él debido al acceso desigual a los servicios de salud, incluidas las vacunas, señalaron los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El presidente del Grupo de Expertos explicó que la vacuna contra el virus del papiloma humano es altamente efectiva para prevenir los serotipos responsables del 70% del cáncer del cuello uterino.
“El Grupo insta a todos los países a introducir vacunas contra el VPH y a priorizar la inmunización de los grupos de edades múltiples y de niñas mayores y perdidas”, dijo el doctor Alejando Cravioto.
Más vacunas para más niñas
El hallazgo sobre la eficacia de las vacunas de una dosis permitiría que más niñas y mujeres recibieran la inmunización y estuvieran protegidas del cáncer de cérvix y de las consecuencias de éste en sus vidas.
El SAGE ha manifestado en repetidas ocasiones su preocupación por la lentitud en la introducción de la vacuna contra el VPH en los programas de inmunización y por la baja cobertura general en la población, especialmente en los países más pobres.
La subdirectora general de la OMS, Nothemba Simelela, expresó confianza en que se pueda eliminar el cáncer cérvico uterino.
“En 2020 se lanzó la Iniciativa de eliminación del cáncer de cuello uterino para abordar varios desafíos, entre los que se cuenta la inequidad de acceso a las vacunas. Esta recomendación de dosis única tiene el potencial de llevarnos más rápido a nuestra meta de que el 90% de las niñas estén vacunadas antes de los 15 años para 2030”, apuntó.
Pese a esta confianza, Simelela aclaró que la aceptación de la vacuna ha sido lenta y que la cobertura en los países es mucho menor que el objetivo del 90% debido a diversos factores, entre ellos los desafíos de suministro y los costos relacionados con la entrega de un régimen de dos dosis a las niñas mayores que normalmente no forman parte de los programas de vacunación infantil.
Además, el costo de las vacunas es relativamente alto, sobre todo para los países de ingresos medios. En 2020 la cobertura global alcanzó apenas el 13%.
Compromiso político
En opinión de la doctora Simelela, hace falta un compromiso político para la equidad de acceso a la inmunización.
La OMS subrayó que el programa de una sola dosis de la vacuna es menos costosa, requiere menos recursos y es más fácil de administrar.
Asimismo, facilita la implementación de campañas de actualización para múltiples grupos de edad, reduce los desafíos relacionados con el rastreo de las niñas para su segunda dosis y permite que los recursos financieros y humanos se redirijan a otras prioridades de salud.
La agencia de la ONU aseveró que la adopción de esquemas de una sola dosis daría un giro a la prevención del cáncer de cérvix puesto que habría más dosis disponibles para llegar a más niñas y salvar más vidas.
Actualmente, la recomendación del SAGE es administrar la inmunización contra el VPH de la siguiente forma:
- un esquema de una o dos dosis para el objetivo principal de las niñas de 9 a 14 años
- un esquema de una o dos dosis para las mujeres jóvenes de 15 a 20 años
- dos dosis con un intervalo de seis meses para las mujeres mayores de 21 años.
Para las mujeres con inmunodepresión, como las que portan el virus de la inmunodeficiencia humana, el Grupo recomienda tres dosis cuando sea posible. De no haber tal disponibilidad, ese colectivo debe recibir al menos dos dosis.