Bienestar social, una prioridad para la ONU en América Latina y el Caribe
Entrevista con Roberto Valent, Director Regional para América Latina y el Caribe de la Oficina de Coordinación para el Desarrollo de Naciones Unidas
El establecimiento, implementación y continuidad de políticas públicas es prioritario para hacer del bienestar social una realidad en la región de América Latina y el Caribe, aseguró en una entrevista con el Centro Información de Naciones Unidas en México Roberto Valent, director regional para América Latina y el Caribe de la Oficina de Coordinación para el Desarrollo de Naciones Unidas.
De acuerdo con Valent, para lograr el bienestar social se requieren políticas fuertes de protección social centradas en las necesidades de las personas: “focalizadas en la salud, no solo como servicio, sino como un derecho humano fundamental, es decir una salud de calidad e inclusiva, así como una educación también de calidad y transformadora”.
Asimismo, el director regional aseguró que las Naciones Unidas, con sus distintas agencias, fondos y programas, apoya a los Estados y las sociedades en la dimensión socioeconómica, en la preservación del medio ambiente y de la biodiversidad “que es una riqueza enorme de la región, y a la vez es un bien público global que América Latina y el Caribe está protegiendo y preservando”.
El objetivo es que estas dimensiones sustenten a las personas a través de empleos decentes como parte de sistemas productivos sostenibles.
Desarrollo sostenible
Roberto Valent explicó que el trabajo de las Naciones Unidas en la región de América Latina y el Caribe está basado en la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sin embargo, la base de todo el proceso de planificación estratégica de la ONU en cada país se encuentra en los Marcos de Cooperación.
“Nuestro trabajo se enmarca en la Agenda 2030, pero tiene que aterrizar a nivel de países y es en el marco de las estrategias nacionales que nosotros nos anclamos claramente alrededor de los tres elementos claves del desarrollo: el social, el económico y el medioambiental. Pero todo esto en un marco de gobernanza y de institucionalidad que es importante para poder sostener el desarrollo, puesto que este proceso requiere de liderazgos nacionales”, explicó.
Las Naciones Unidas en América Latina y el Caribe acompañan a los liderazgos nacionales, ya sea a nivel del Estado y los tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial, como a la sociedad civil, a través de los gremios económicos y sindicales, entre otros.
“Trabajando con los distintos sectores es donde logramos una coherencia en la elaboración misma de los Marcos de Cooperación, de las estrategias del Sistema de Naciones Unidas. En todos los países tenemos estrategias y planes alineados con los Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y con las programas y políticas nacionales,» aseguró Valent.
El funcionario resaltó, entre los principales logros en la región, la coordinación y el apoyo de las Naciones Unidas frente a la pandemia de la COVID-19, un momento en el cual los Estados y las sociedades de todo el mundo necesitaron un apoyo claro, clave, inmediato y eficaz.
En América Latina y el Caribe, la ONU puso a disposición de las personas y los gobiernos, en una primera etapa, recursos para salvar vidas.
Fortalecer los sistemas de salud y educación
Posteriormente, el trabajo de la organización se esforzó en la recuperación socioeconómica, como por ejemplo en abordar los efectos de la pandemia en los estudiantes, quienes no pudieron estar en las escuelas, así como en fortalecer los sistemas educativos y los sistemas de salud a fin de proteger y apoyar a las personas, particularmente a las más afectadas por la pandemia.
“Ese fue el momento clave en el cual el Sistema de las Naciones Unidas demostró su capacidad armonizada y efectiva de apoyar a los Estados”, aseguró el director regional quien añadió que encuestas independientes arrojaron que más del 90% de los Estados miembro de la ONU apreciaron el trabajo de la Organización y el de sus agencias, fondos y programas que establecieron las sinergias necesarias para enfrentar los desafíos en un momento de crisis global.
De acuerdo con Valent, la ONU continúa apostando por llevar a cabo acciones clave en países de América Latina y el Caribe que requieren apoyo.
“Estamos trabajando para ayudar a Haití a superar la crisis y la emergencia humanitaria continua en la cual se encuentra, y que está aquejando a la gente, jóvenes, niñas, mujeres, hombres, personas que necesitan vivir en un contexto de paz”, indicó.
Valent concluyó diciendo que Naciones Unidas apuesta a acompañar a los países en impulsar las grandes transiciones energéticas, para que sean justas y se asegure que haya una distribución y acceso a la misma para todas las personas.
Asimismo, resaltó que se están haciendo más esfuerzos en las transiciones económicas y productivas que deben ser impulsadas por los Estados en alianza con los gremios económicos, empleadores, trabajadores y trabajadoras.
“Nosotros consideramos que es exactamente ahí donde hay que poner el acento porque si se requiere un sistema de protección social y servicios y derechos sociales básicos fortalecidos, entonces se requieren también robustez desde el punto de vista fiscal, y ello conlleva un sistema económico productivo fuerte y empleos decentes”, concluyó.