El Foro de la Juventud se centra en un futuro sostenible universal

El Foro de la Juventud se centra en un futuro sostenible universal
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Jóvenes líderes de todo el mundo comparten sus visiones y acciones para impulsar el desarrollo sostenible, en una reunión de tres días en la sede de la ONU en Nueva York, donde se discutirán temas de importancia como la pobreza, el clima, y la paz.

El Foro de la Juventud del Consejo Económico y Social (ECOSOC) ofrece a este sector de la población una plataforma para dialogar con los diplomáticos sobre los retos que afectan a su bienestar.

Los debates giran en torno a cinco de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible: acabar con la pobreza; acabar con el hambre; actuar por el clima; afianzar la paz y la justicia y crear unas instituciones sólidas, y crear alianzas para hacer realidad esas metas.

Estos temas se examinarán en el Foro Político de Alto Nivel del ECOSOC en julio, dijo su presidenta, Paula Narváez, en el discurso de apertura. Hablando en español, expresó su compromiso y fe en los jóvenes del mundo, cuyo entusiasmo y determinación son cruciales para construir un futuro mejor y más inclusivo para todos.

«Vuestros ideales son la música de la humanidad, que no pierde la esperanza de que vendrán días mejores«, afirmó.

La pobreza limita las perspectivas

Narváez señaló que la lucha mundial contra la pobreza «es cada vez más dura», ya que sólo un tercio de los países están en vías de reducir las cifras para la fecha límite de los Objetivos, 2030.

En la actualidad, el 7% de la población mundial, 570 millones de personas, vive en la pobreza extrema, dijo, y los jóvenes representan «una parte importante» de estas cifras.

«Sabemos que la pobreza limita seriamente las perspectivas de desarrollo de nuestros jóvenes, perpetuando así el ciclo», mantuvo, antes de añadir: «Tenemos que hacer más por nuestros jóvenes, y parte de la respuesta es incluirlos en las decisiones públicas».

Energía y convicción

En su intervención en el Foro, el Secretario General, António Guterres, afirmó que la energía y la convicción de los jóvenes es contagiosa, y más vital que nunca.

Aprovechó la ocasión para volver a centrarse en la guerra de Gaza: «Ya es hora de un alto el fuego humanitario inmediato, la liberación incondicional de todos los rehenes, la protección de los civiles y la entrega sin trabas de la ayuda humanitaria», dijo, arrancando los aplausos de los participantes.

En un mundo «erizado de desafíos, tragedias e injusticias, muchas de ellas relacionadas entre sí», elogió a los jóvenes de todo el planeta por alzarse, hablar y trabajar por un cambio real.

«Os necesitamos», dijo Guterres «Y me comprometo plenamente a incorporar a los jóvenes a la toma de decisiones políticas; no sólo a escuchar vuestras opiniones, sino a actuar en consecuencia«.

Este compromiso ha incluido el establecimiento de una nueva Oficina de la Juventud en la ONU y la garantía de que los jóvenes tengan un papel importante en el período previo a la Cumbre del Futuro en septiembre, la cual llamó «un momento crucial para impulsar los ODS, y revigorizar el multilateralismo.»

El Secretario General también elogió a los jóvenes por estar en primera línea de una acción climática audaz. Instó a los gobiernos a adoptar políticas enérgicas, como acelerar el cambio de combustibles fósiles a energías limpias, y a crear nuevos planes nacionales sobre el clima que se ajusten al objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados.

«Y tienen que incorporar a los jóvenes a este trabajo de forma significativa. La transición a las energías renovables debe ser justa y sostenible», atestiguó.

El poder de soñar

Sarah Baharaki, embajadora Mundial de la Juventud de la organización benéfica theirworld, destacó la situación en su país, Afganistán, del que huyó tras la vuelta de los talibanes al poder hace tres años.

Las autoridades de facto han prohibido a las jóvenes trabajar y asistir a la escuela, pero la juventud afgana «se niega a permanecer en silencio» y está tomando cartas en el asunto protestando y defendiendo sus derechos, aseguró la embajadora.

Bharaki también señaló que aunque la educación es vital para reducir la pobreza, los conflictos y la crisis climática, más de dos millones de niñas no pueden asistir a la escuela en Afganistán «y millones de otras se encuentran en un estado de incertidumbre en Ucrania, Palestina y Sudán».

Con el plazo de los ODS a sólo seis años, «es el momento de actuar y tomar las decisiones correctas porque se nos está haciendo tarde», afirmó Baharaki antes de acentuar la necesidad de implicar a los jóvenes en los procesos de toma de decisiones y pidió un mayor apoyo de los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil.

«No sólo porque constituimos el 16% de la población mundial», dijo, «o porque somos la generación más formada hasta ahora, sino porque tenemos poder: el poder de soñar con un mundo mejor y el coraje y la valentía de trabajar y hacer realidad esos sueños«.

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